.

¿DIOSES O SOLO HOMBRES?

COMPARTE»»
Por: Freddy W. Cervantessiervo de JESUCRISTO, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.




“…seréis como Dios…” (Gn. 3:5).
 

Introducción


Una de las mentiras que Satanás ha venido propagando dentro del seno de la cristiandad a través de astutos predicadores y falsos maestros es, sin duda, la llamada deificación del hombre.
De un tiempo a esta parte hombres tales como: Kenneth Hagin, Kenneth Copeland, John Avanzini, Morris Cerullo, Charles Capps, Benny Hinn, entre otros más pertenecientes al movimiento apostata “Confesión Positiva”, “Movimiento de la Fe”, “Movimiento de la Palabra de Fe”, etc., autoproclamaron abiertamente su divinidad esto es, ser “pequeños dioses”.




Kenneth Hagin: "El hombre fue creado en términos de igualdad con Dios, y puede estar ante la presencia de Dios sin tener ninguna conciencia de inferioridad... Dios nos ha hecho tan parecido a Él como le fue posible... Él nos hizo la misma clase de ser que es El... El hombre vive en el dominio de Dios. Él vive en términos iguales con Dios...”.



Kenneth Copeland: "Tú no tienes un dios en ti, tú eres uno..."



Morris Cerullo: ¿Sabía usted que desde los principios del tiempo el propósito fundamental de Dios fue el de reproducirse a Sí mismo? ¿Quién eres tú?, ¿vamos a ver, quién eres tú? Vamos dilo: ¡Hijos de Dios! ¡Repítelo! Lo que trabaja dentro de nosotros, mi hermano, es la manifestación de la expresión de que todo lo que Dios es y todo lo que Dios tiene es nuestro. Y cuando nosotros nos detenemos aquí, mi hermano, ya usted no está mirando a Morris Cerullo; usted está mirando a Dios. Usted está mirando a Jesús".



Benny Hinn: "Yo soy un 'pequeño mesías' que anda sobre la tierra".



Y así podríamos continuar citando más declaraciones de esta naturaleza, pero lo haremos más adelante cuando citemos declaraciones similares hechas por boca de los afamados exponentes del nuevo mover apóstolico. 

Sigamos, la mentira de que la criatura puede ser igual a su creador no es ninguna novedad al presente, ya en el principio exactamente al inicio de la creación está mentira blasfema se había ventilado.



I. Satanás, padre de mentira. “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.” (Jn. 8:44).


Satanás no solo es llamado homicida, sino también mentiroso. Al no permanecer en la verdad no podemos esperar sino mentira de su parte. La mentira es su naturaleza misma. Por tanto, uno de los muchos títulos por medio de los que se da a conocer es mentiroso y padre de mentira. 


A través de este versículo, Jesús nos deja saber cómo Satanás a través de la mentira trajo la muerte física y espiritual no solo a nuestros primeros padres, sino también a toda la raza humana.  


1. Su mentira en el Edén.  “…seréis como Dios…” (Gn. 3:5).


Recordemos que Satanás no siempre fue Satanás antes de volverse un espíritu maligno fue un querubín, una criatura de extrema hermosura más a causa de ella se enalteció su corazón y ambicionó ser semejante al Altísimo cayendo así en “juicio del diablo” (1Ti. 3:6). Después de aquel frustrado intento de sublevación cualquiera pensaría que Satanás aprendería la lección pero no fue así, su ambición blasfema por ser como Dios sigue aún latente como aquel momento en que se halló en él maldad. 


Al no lograr su cometido nótese cómo Satanás sedujo a Eva para que ambicione lo mismo que a él le costó la expulsión del cielo. (Compare Gn. 3:5 con Is.14:14). Tras la desobediencia, caída y castigo del hombre Satanás trata de hacer creer la mentira de que los meros hombres pueden llegar a ser iguales a Dios en todos los aspectos. 


Imitar a Dios es una cosa pretender ser igual a Él es otra muy diferente. Y esta es la mentira que impera hoy no solo en movimientos sectarios como el mormonismo, la nueva era, el gnosticismo, ciencia cristiana, el hinduismo, creciendo en gracia, por citar unas cuantas, el cristianismo en su gran mayoría se ha visto también envuelto en ello. 


Ahora mismo tenemos hombres comunes y corrientes mirándose a sí mismos como “dioses”, como seres supremos que no rinden cuentas a nadie, que no dependen sino de ellos mismos, que levantan el puño contra el cielo desafiando la autoridad suprema del creador que fácilmente es hecho a un lado a fin de que la criatura se ensalce por encima de él. En resumen el hombre es su propio “dios”. Pero ¿Cómo esta mentira está siendo aceptada como una verdad en nuestro medio? ¿Cómo Satanás está logrando conseguir todo esto? 


II. Instrumentos de la mentira.
 

Por lo general, Satanás trabaja por medio de agentes, estos llevan a cabo sus malévolos propósitos. Tal fue el caso de Pedro que en cuanto oyó hablar a Jesús de su muerte y resurrección trató de persuadirlo para que no continuara con su misión. Viendo más allá el Señor dijo: “Quítate de delante de mí, Satanás…” (Mt. 16:22-23). Desde luego no era que Pedro fuese Satanás o estuviese poseído o controlado por él. Sencillamente quería decir, que las acciones y palabras de Pedro eran las que podían esperarse del enemigo que valiéndose de Pedro trató de obstaculizar la obra de Jesús en la cruz. 

Otro caso muy parecido acaeció en el huerto de Edén donde Satanás emplea a una criatura muy distinta a todas las demás.   


1. La serpiente astuta. “…la serpiente era astuta, más que todos los animales… Entonces la serpiente dijo a la mujer: ’…seréis como Dios‘…” (Gn. 3:1,4,5).
 

La serpiente fue el animal usado por Satanás para provocar la caída del hombre. Entre sus rasgos innatos sobresale su astucia (Mt. 10:16), astucia que Satanás supo aprovechar al máximo al momento de la tentación. 


Notemos la sutileza de la tentación. Dios había prohibido al hombre comer del fruto del árbol que estaba en medio del huerto. Al acercase a Eva que estaba sola y no había oído tal prohibición, Satanás emplea a una criatura que ella conocía para no levantar sospecha luego hace una pregunta ante la que insinúa asombro, tergiversa la palabra de Dios y hace creer a la mujer que Dios estaba privándoles tanto a ella como al hombre de algunas bendiciones. Por ejemplo si parafraseamos la frase “…seréis como Dios…”, diría algo así: Dios es un envidioso, les ha prohibido comer del fruto del árbol porque no quiere que lleguen a ser tan sabios como Él y prefiere mantenerlos en ignorancia. Dios le ha puesto restricciones no para evitarles la muerte, sino para impedirles que sean como Él.   


Finalmente Satanás logra salirse con la suya. Después de haberlo razonado justificando el deseo que siente, Eva termina cediendo a la tentación come del fruto prohibido y hace que Adán sea partícipe de su pecado esto por supuesto trajo consigo castigo inmediato para ambos. Por otro lado, la serpiente por ser el instrumento de Satanás también recibió su parte. 


Desde entonces la serpiente se encuentra íntimamente relacionada con Satanás (Lc. 10:19; Ro. 16:20; 2Co. 11:3), y viene a ser uno de los muchos títulos que describen otra de las facetas de Satanás (Ap. 12:9).


Concluyendo esta parte, se sabe que en Edén la serpiente un animal astuto fue el instrumento usado por Satanás para engañar a Eva. Sin embargo ya no es una serpiente literal el instrumento que Satanás escoge para engañar a muchos; ahora son astutos y habilidosos oradores, conferencistas, apóstoles, profetas, maestros, patriarcas lo que sea que digan ser, los agentes satánicos por medio de los cuales Satanás, la serpiente antigua seduce a muchos y logra descarriarlos de la verdad.


2. Los ministros de Satanás. “… éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia…” (2Co. 11:13-15).
 

Como un hombre celoso esto es, preocupado por el bienestar espiritual de los santos en corinto, Pablo quería presentarlos puros y sin mancha a Cristo en el día del arrebatamiento. Pero temía que, así como la serpiente con astucia engaño a Eva apelando a su intelecto, asimismo sus pensamientos fuesen extraviados de la sincera y fiel devoción a Cristo por la enseñanza de los falsos maestros que para entonces tuvieron muy buena aceptación.


Notemos la conexión que existe entre la serpiente y los falsos maestros (vv. 3-4), que representan hoy a los montones de impostores e intrusos que haciendo buen uso del disfraz se presentan como ministros piadosos cuando en verdad son agentes del maligno. Y no es maravilla porque si el mismo Satanás se disfraza no es extraño que sus agentes también lo hagan. Esto nos dice mucho acerca de la actividad satánica dentro de la iglesia.


El doctor Donald Barnhouse solía decir: “Que cuando se busca al diablo, no hay que olvidarse de revisar detrás de los púlpitos”.


J. N. Darby dijo: “Satanás nunca es más satánico que cuando lleva una Biblia”.


Por regla general, aquellos que sirven a Satanás se hacen pasar por ministros del evangelio, llevan la Biblia, cantan himnos evangélicos conocidos, recitan frases escriturales como Dios, Jesús, y la Biblia. Pero todo no es más que una fachada ministerial para introducir sutilmente la mentira a sus oyentes y la mentira nunca es más peligrosa que cuando viene mezclada con la verdad.


Esto es precisamente lo que están haciendo hombres como Guillermo Maldonado, Creflo Dollar, Rodolfo Font, Ca$h Luna, Myles Munroe, y tantos otros quienes presentándose como superapóstoles reformistas que hacen de maestros muy doctos y versados, andan por ahí enseñando de lo más campantes la mentira satánica del huerto de Edén ‹‹seréis como Dios››.
 

Por ejemplo, hace un tiempo atrás Guillermo Maldonado escribió en su cuenta de Facebook: el hombre fue creado para duplicar a Dios”.

                     


Hace poco en un evento “Una Nación, Un Día”, realizado en Honduras Myles Munroe dijo: “ustedes son, exactamente como Dios” o “el que me ha visto a mí (Munroe) ha visto al Padre (Dios)”.

                              

De pie frente a una multitud congregada Ca$h Luna alardeando de ser una enseñanza “poderosa” dijo: “cuando tu recibiste a Jesús naciste de nuevo, si naciste de nuevo ¿hijo de quién eres?, ¿Cómo se llama tu papá?… ¿Cómo se llama Dios tu papá?, ¿Cómo se llama papá Dios? ¡Cómo se llama! Jehová y ¿Cómo te llamas tú? Junior ja ja ja ¿o no eres junior? ¿Cómo se llama tu papá? ¿Y quién eres tú? ¿Qué somos? ‘Jehová junior’, escucha esto, eso es una manera de enseñarles una verdad…  somos ‘Jehová junior’… Jesús vino para hacernos partícipes de la naturaleza divina, siendo hombres ahora somos partícipes de la naturaleza divina”.


Rodolfo Font también se une al grupo de los hombres o "apostóles deificados" cuando enseña: "dioses sois".


Al enseñar acerca de la deificación del hombre, claramente podemos ver que detrás de ellos se esconde Satanás, quien los ha enviado a la iglesia que en su gran parte ya no se mira como un grupo de personas que reconocen a un solo y único verdadero Dios sino como a una partida de “dioses ambulantes”, que asumen estar al mismo nivel que Dios.
 

Esta postura resulta ser muy dañina puesto que si una persona se convence de que en nada es inferior a Dios sino que puede hablar y obrar como Dios de seguro se volverá alguien:

a)Amante de sí mismo.- Ególatra que no adora a otro que no sea el mismo. él es su propio dios.

b)Soberbio.- Persona altanera que tiende a verse superior aún frente al mismo Dios.


c)Vanaglorioso.- Lleno de palabras hinchadas acerca de sí mismo.


d)Ingrato.- Que olvida y no da gracias a Dios por los favores recibidos.

e)Blasfemo.- Irreverente que no respeta a Dios para nada y de continuo vive injuriándolo.


f)Autodependiente.- Que no necesita a Dios y puede valerse por sí mismo. 

g)Rebelde.- Alguien cansado de servir a Dios y que decide voluntariamente oponerse a su autoridad.

Esta es la situación, caótica situación vivida dentro de la iglesia que al parecer se ha mostrado demasiado tolerante o bien dispuesta a escuchar a los falsos maestros cuya lengua de serpiente sin dificultad ha logrado fácilmente engañarla, mancharla, extraviarla y arrastrarla hacia el error. Para lograr este su cometido los maestros del error han tenido forzosamente que torcer, es decir interpretar mal las escrituras para que digan lo que quieren que diga.
 

Tengamos presente que un obrero aprobado usa bien la Palabra de Dios y evita desviarse en alguna forma; mientras que un obrero desaprobado o mejor dicho un falso maestro da un mal uso a la Palabra de Dios y procura la conveniencia personal a costa de ella.

1. Textos sacados fuera de contexto.

Se ha dicho que Un texto fuera de contexto es un pretexto” pero a esta frase le añadiría algo más “Un texto fuera de contexto es un pretexto para hacer otro texto, y el falso maestro es todo un experto para hacer eso.” 

Al escoger unos cuantos textos aislados, omitir el lugar donde se encuentran las palabras, la conexión que tengan con el resto del pasaje, palabras poco importantes, palabras difíciles de entender, etc., el falso maestro se expone a darle una mala, por no decir pésima, interpretación bíblica al texto en consideración obligándolo a decir lo que él interpreta, piensa o cree razonable cuando en realidad quiere decir otra cosa. 

Me dispongo a continuación mostrarles algunos textos torcidos que estos lacayos de Satanás utilizan mañosamente para apoyar su posición infernalmente doctrinal:

Myles Munroe citando (Gn. 1:26), dice: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza, la palabra hombre en este verso es plural está hablando de toda la especie, todos somos llamados hombres, la humanidad. Y Dios dijo hagamos al hombre a nuestra propia imagen la palabra imagen en hebreo no significa parecerse, escriba esto por favor, significa carácter, significa característica, significa sustancia, significa naturaleza hagamos una especie con nuestras características, con nuestra naturaleza, con nuestra sustancia eso son Uds.”

Vayamos al texto, y recita de la siguiente manera: “…Hagamos al hombre a nuestra imagen…” (Gn. 1:26a). El plural “…Hagamos…”, en este versículo indica la función de la Trinidad – Dios, el Padre;  Jesucristo, su hijo; y el Espíritu Santo en la creación. 

La palabra “imagen”,  en hebreo es  צלם tselem y significa no una sustancia como mal enseña Munroe, sino hacer sombra, parecido, una imagen formada, una figura formada y representativa, una imagen en algún sentido concreto.
 

Dios puso al hombre en la tierra para representarle y se asemeja a Él en ciertas maneras. Así como Dios es trino y uno, asimismo el hombre es un ser tripartido (espíritu, alma, y cuerpo). Como Dios, el hombre tiene intelecto, emociones, voluntad, una naturaleza moral y puede comunicarse con otros. La imagen de Dios en el hombre no constituye una apariencia física o una réplica exacta de Dios en el hombre dado que Él es espíritu (Jn. 4:24), y no hombre (Os. 11:9), antes bien, indica que el hombre refleja en cierto modo ciertos atributos y características morales propias de su creador que es muy distinto a que el hombre posea aquellos atributos activos que forman parte esencial de la naturaleza de Dios (omnipotencia, omnisciencia, omnipresencia, infinidad, inmutabilidad, soberanía, etc.), y que a Él y solo a Él lo hacen ser Dios. 

Ya casi al finalizar, Munroe continua en otra parte de su exposición citando (Sal. 82:1) y dice: “Dios preside en la congregación de los dioses…”, luego hace que el auditorio allí presente repita 4 veces lo mismo. No contento con esto, dirigiéndose a una mujer que formaba parte del coro en ese evento le dice: lea el v. 6”, haciendo que repita en una forma manipuladora una y otra vez: “yo les he dicho: Uds. son dioses, todos Uds. son hijos del Altísimo.” 


Se dice que una mentira repetida constantemente se convierte en una verdad.


Penosamente la gente ignorante del tema y de lo que hace aplaude en señal de aprobación. 


Más qué quiso decir el salmista cuando escribió: Dios está en la reunión de los dioses… Yo dije: Vosotros sois dioses, Y todos vosotros hijos del Altísimo…” (Sal. 82:1a,6).


Para tener una correcta interpretación bíblica de estos versículos es necesario conocer el sentido en que fueron escritos.


La palabra “dioses”, usada en el Sal. 82 es la traducción del hebreo Elohim que significa Dios (plural). Elohim es una palabra que en el hebreo tiene cuatro connotaciones distintas. Se usa frecuentemente para referirse al único Dios verdadero (Gn 1:1), a dioses paganos (Gn. 35:2; Ex. 18:11; 20:3; Jos. 24:20), a ángeles (Job 1:6; Sal. 8:5; 97:9), o a los jueces o gobernantes de un pueblo (Éx. 4:15,16; 7:1; 22:8,28; 1S. 2:25).


Sabiendo esto se sobreentiende que se llama “dioses”, a los gobernantes y jueces del pueblo de Israel debido a que representaban a Dios en lo que a ejercer justicia se refiere. 


El relato del Sal. 82 nos muestra al Juez que es Dios mismo sentado entre sus representantes (v. 1), su desagrado y reproche hacia ellos quienes en lugar de ser imparciales obrando con justicia oprimían cruelmente a los unos mientras que favorecían a los otros (v. 2), paciente el Juez de toda la tierra les recuerda una vez más sus responsabilidades (vv. 3-4). Al no hallar progreso alguno (v. 5), pronuncia su sentencia definitiva sobre ellos. El hecho de que hayan sido dignificados con el nombre de dioses e hijos del Altísimo no los exime del juicio venidero pues como hombres morirían corriendo la misma suerte que cualquiera de los mortales (v. 6-7). Solo Dios es inmortal (1Ti. 6:16), lo que demuestra que los dioses a los que se alude en estos textos no eran más que meros hombres cosa que echa por tierra los postulados de Munroe.



Igual que Munroe, Ca$h Luna enseña que somos dioses, que somos ‘Jehová junior’ aludiendo a (Jn. 10:34) ¿Será esto verdad? Comprobémoslo.
 


Si leemos el contexto, algo que no hace Ca$h Luna, notaremos que Jesús hace una declaración de su divinidad (v. 30). Los líderes judíos intentan apedrearle al considerarlo una blasfemia (v. 31), piensan que Jesús siendo hombre se cree Dios (v. 33), Jesús responde diciendo: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois? (v. 34). Por supuesto esto no quiere decir que Jesús está reconociendo que los hombres seamos, en efecto, dioses por naturaleza. Él nunca tuvo esa intención, pero cita el AT (Sal. 82:6) donde a los jueces y gobernantes israelitas se les llama <<dioses>> (v. 1; Dt. 1:17; 19:17). Y si Dios llamó dioses a los líderes israelitas para representarles y dispensar su justicia ¿Cómo podía ser una blasfemia que Jesús se llame Dios? (Jn. 10:36). Esto cierra la discución y arroja luz sobre el significado verdadero del texto al que Ca$h Luna distorcina con tal de justificar su confusa idea acerca de la doctrina de la deificación del hombre. Una doctrina que ya entra en el plano de lo herético, pero también demoniaco. 



Otro de los textos favoritos que usan estos individuos para respaldar la mentira del hombre deificado se encuentra en (2P. 1:4), basándose en el Ca$h Luna dice lo siguiente: “… Jesús vino para hacernos partícipes de la naturaleza divina, siendo hombres ahora somos partícipes de la naturaleza divina.”


Veamos qué dice la Biblia: “…por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina.” (2P. 1:4).


De nuevo este versículo no está enseñando que el hombre ha llegado a un estado de divinidad o algo parecido, sino que en virtud de su unión con Dios por medio de Cristo, el creyente recibe una nueva naturaleza o sea, adopta una nueva vida, la vida divina que permanece en el creyente, llegando así a ser participante de la naturaleza divina (Jn. 1:12-13; 2Co. 5:17; Ef. 4:23-24; 1P. 1:23; 1Jn. 3:9). Es en este sentido que Pedro el apóstol está hablando no hay porque irse más allá de lo que está escrito.

Llegado a este punto, no me extraña el que estos hombres enseñen las cosas blasfemas que están enseñando de hecho la Biblia predijo cuál sería el carácter y conducta de los hombres en los últimos días (2Ti. 3:1-2). Por otro lado, la blasfemia incluye usar el nombre de Dios en vano, atribuir evidencias del poder divino al diablo, pero también pretender la divinidad o prerrogativas divinas. 
En los tiempos de la ley mosaica la blasfemia era un delito que se pagaba con la vida, el blasfemo era apedreado de inmediato (Lv. 24:16). Haciendo un paréntesis, este versículo haría que muchos de estos que afirman ser dioses renunciaran a sus puestos ¿No es verdad? Siguiendo con la temática Jesús fue acusado injustamente de blasfemia al declararse Dios (Mt.9:1-6; 26:65; Jn. 19:7). Lo que Jesús dijo de sí mismo hubiera sido blasfemia si no fuera la verdad.
Ahora bien, la cuestión es como sigue si Jesús que era y es Dios fue acusado de blasfemo, ¿Cuánto más aquel que siendo hombre se hace falsamente Dios? ¿No es esto acaso también una blasfemia? Y si antes la blasfemia no se quedaba sin castigo ¿Cuánto más hoy? Y aclaro el castigo no necesariamente tiene que ser muerte por lapidación, se desconoce la forma del castigo y no nos corresponde a nosotros saber el tiempo o la forma que Dios ha fijado en su sola potestad aplicar el castigo correspondiente. Estas cosas están sólo bajo el control de Dios, y no se puede especular especificando la forma del castigo para el blasfemo. Lo que si es cierto y de eso no cabe duda, de que será castigado será castigado “Tarde o temprano el malo será castigado…” (Pr. 11:21a). Mientras que siga empecinado con el asunto de la glorificación del hombre a eso se expone.



III. El castigo por creer a la mentira.

A estos que se creen dioses, que andan de iglesia en iglesia, de púlpito en púlpito, de congreso en congreso, divulgando esta mentira y haciéndole creer a otros que pueden llegar a serlo también quiero refrescarles un poco la memoria, porque parece que tan pronto han olvidado lo sucedido tiempo atrás a otros hombres cuando de forma blasfema reclamaron para sí mismos adoración como si fuesen dioses.

Ejemplos específicos de: Nabucodonosor perdió su trono y se volvió loco por siete años, viviendo como un animal (Dn. 3:1-12; 4:30-33), Tiro fue destruido a manos de los babilonios (28:2-10), y Herodes murió comido por gusanos (Hch. 12:20-23). 
 

La lección es la siguiente:

Si Dios no paso por alto el orgullo blasfemo de estos hombres sino que lo castigo duramente no dejará de castigar a cualquiera que se atreva a usurpar el lugar de Dios.

De hecho si estamos al tanto del acontecer noticioso mundial nos daremos cuenta que esta verdad ya está cumpliéndose ante nuestros propios ojos.

El deterioro físico y la posterior muerte del líder sectario José Luis de Jesús Miranda que en días pasados decía que era “Dios”, y que no podía ver muerte es una prueba evidente al mundo entero de que con Dios no se puede jugar.  Dele clic al siguiente enlace: http://www.acontecercristiano.net/2013/11/confirman-muerte-de-jose-luis-de-jesus.html


No en vano, la Biblia dice: “No os engañéis, Dios no puede ser burlado…” (Gá. 6:7). 

Dios es uno solo “Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios… No hay Dios sino yo… no conozco ninguno.”. (Is.44:6,8), y no comparte su gloria con nadie“…y a otro no daré mi gloria... Y mi honra no la daré a otro.” (Is. 42:8; 48:11). Es celoso y anhela la adoración y amor único de su pueblo “yo soy Jehová, tu Dios… celoso” (Dt. 5:9).
 

Ojalá y lo ocurrido a estos hombres sirva a todos de escarmiento para no terminar como ellos. 
"...Prestad atención al castigo y a quien lo establece" (Miq. 6:9).
 

Conclusión:

‹‹seréis como Dios›› por muy grata que sea esta mentira, no hay por qué cerrar los ojos a la verdad. Si los hombres fuésemos dioses como nos lo quiere hacer creer Maldonado, Munroe, Luna y compañía preguntémonos antes que nada ¿Por qué entonces no nos predican con el ejemplo? ¿Por qué tienen que andar de aquí para allá custodiados por guardaespaldas? ¿No se supone que son dioses? ¿Si es verdad que están en completa igualdad con Dios, por qué aparecen en colectas televisivas mendingándole a la gente? ¿Tiene acaso Dios necesidad de algo? ¿No puede Dios llamar las cosas que no son como si fuesen? ¿No existe poder en sus palabras para hacer cuanto le plazca? ¿Si son tan dioses como dicen que esperan para hablarle a la escasez, la enfermedad, la guerra, el sufrimiento y a tantos males que hay en el mundo? ¡Acábenlos de una buena vez! y establezcan ese reino aquí y ahora de que tanto hablan y al fin reine la paz y la armonía sempiterna. Si son dioses y pueden hacer y deshacer dejen ya de decirlo y en lugar de seguir con la misma cantaleta mejor demuéstrenlo. 


Presenten pruebas que certifiquen la veracidad de sus palabras solo así sabremos si son lo que dicen que son. 


"Alegad por vuestra causa, dice Jehová; presentad vuestras pruebas, dice el Rey de Jacob. Traigan, anúnciennos lo que ha de venir; dígannos lo que ha pasado desde el principio, y pondremos nuestro corazón en ello; sepamos también su postrimería, y hacednos entender lo que ha de venir. Dadnos nuevas de lo que ha de ser después, para que sepamos que vosotros sois dioses; o a lo menos haced bien, o mal, para que tengamos qué contar, y juntamente nos maravillemos. He aquí que vosotros sois nada, y vuestras obras vanidad…” (Is. 41:21-24). 


¡Basta ya de engaños y mentiras! Abramos los ojos a la verdad y cuál es esa verdad, esa verdad es que ningún pretendido apóstol, ni ningún otro ni siquiera nosotros podemos arrogarnos arbitrariamente el título de dioses, esa verdad es que somos tan débiles y en veces nos fatigamos al punto de exclamar no puedo más, esa verdad es que somos indecisos e inestables en todos nuestros caminos, esa verdad es que somos imperfectos y a diario cometemos errores y no paramos de cometerlos, esa verdad es que nuestros días son breves y en cualquier momento dejaremos de ser, esa verdad es que estamos expuestos a limitaciones que no podemos traspasar, en fin nuestra condición misma nos demuestra del material que estamos hechos, lo que verdaderamente somos, polvo, soplo que va y no vuelve, vasos de barro, frágiles criaturas hechas un poco menor que los ángeles, mortales, meros hombres que jamás podríamos igualarnos a Dios y que de no haber sido por su inmerecida gracia jamás hubiésemos llegado a ser lo que somos ahora (1Co. 15:10; 1:26-31; 1P. 2:9, etc.). Así que no tenemos de qué gloriarnos pues todo lo que somos hoy se lo debemos solo a Dios.

Ya para ir concluyendo, ante el incansable esfuerzo de Satanás por hacernos creer la mentira ‹‹seréis como Dios›› debemos reconocer nuestra humanidad y aprovechar cada oportunidad para glorificar al único, verdadero e inigualable Dios (Hch. 10: 25-26; 14:8-15; 1Co. 8:5-6).

No podía concluir este artículo sin antes mostrarles este video donde Armando Alducin haciendo una muy buena apología refuta las declaraciones heréticas de Ca$h Luna quien se cree un "dios apostólico" personificado. Veámoslo:  





Para Comentar Elige el Sistema de Comentario de tu Agrado:
comentarios google
comentarios blogger
comentarios facebook

No hay comentarios:

Publicar un comentario